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La famosa Blogger  Alyssa Samson redactó un artículo hace 5 años luego de haber pasado 365 días sin su mamá, quien lamentablemente falleció tras padecer de una enfermedad terminal. En su revelación, Samson explicó que -tras la pérdida de la persona más importante de su vida- se sintió derrumbada y pérdida, sin embargo durante ese año se descubrió a sí misma y escribió las 9 cosas que aprendió desde de la muerte de su madre

día de la madre

1. “El mundo no se detiene por ti”

Hay muchos días en los que aún me siento vencida, pero la vida no es una película. No puedes poner pausa cuando quieras y no puedes rebobinar para revivir alguna escena. Y claramente no tienes un infinito número de vidas. Se te ha dado sólo una y el mundo continuará siempre sin parar, a pesar que sientas que todo tu mundo se detuvo. La única manera de sanar es seguir hacia adelante.

pensando sobre la muerte de mi madre

2. “Tus problemas no siempre serán la mayor preocupación de otros” 

Cuando estás teniendo tus propias luchas internas, se siente irreal como nadie más se da cuenta de la tormenta que está ocurriendo justo debajo de tu piel. Puedes sentir que gritas y gritas contra las barreras que te pone la vida, pero igual, nadie te escucha. Es a través de esta experiencia que aprendí que las personas por lo general superan las cosas más rápido que uno. La simpatía es temporal cuando no eres tú quien tiene un ala rota – pero eso está bien. Así uno también aprende a avanzar, por algo vivimos en sociedad, quizás de quedarse sólo uno se quedaría congelado en la emoción del dolor… Gracias a Dios no es así.

3. “Aprendí que el amor no conoce fronteras” 

Antes temía que alejarme de aquellas personas que amaba y que el amor se iría difuminando con la distancia física. Luego, cuando murió mi mamá, empecé a temer que la comunicación que tenía con la persona que más he amado en este mundo se difuminaría como humo, junto con nuestros recuerdos, en su ausencia. Pero era un temor infundado, he descubierto que el amor- al menos el verdadero- no conoce fronteras; nunca lo pierdes, nunca desaparece y siempre te acompaña, independiente de la distancia en el tiempo y en el espacio.

4. “Aunque las personas son irreemplazables, uno igual encuentra paz”

Buscarle una explicación a la muerte te embarca en un viaje donde sólo hay una puerta giratoria. Es infinito y nunca para de dar vueltas. No importa cuanto implores, llores y grites, nada vuelve en bien lo mal que te sientes. Es por eso que decidí dejar de buscar explicaciones y comencé a buscar paz. El camino hacia la paz no es inalcanzable y no tiene puertas giratorias, va hacia adelante y sana todo lo que va tocando en su camino. La vida nunca me engañó en decirme que mi madre estaría ahí por siempre, de hecho, siempre supe que algún día ella partiría, como lo harán todas las personas que conozco, como lo haré yo misma en algún momento. El día que logré aceptarlo, fue cuando di mi primer paso en el camino hacia la paz.

6. “Aprendí a estar agradecida por lo que aún tengo”

Las personas más felices son aquellas que valoran lo que tienen en vez de fijarse en lo que no tienen. A pesar de que sí, -murió mi madre- la verdad es que no la he perdido, aún tengo 24 años llenos de recuerdos y de amor infinito, creo que no todos tienen esa suerte. Ahora siento que aprecio mucho más todas las cosas que tengo en mi vida, buenas, malas, grandes y pequeñas, todas son cosas que puedo experimentar porque aún tengo lo más importante que uno puede tener, la fortuna de vivir.

5. “Ver todo en perspectiva es algo muy potente”

Podrías pasar años preguntándote por qué la vida decidió plagarte de miseria y mala fortuna o podrías levantar la cabeza y ver que el mundo está lleno de personas como tú, y que todos sufren en algún grado. Y tal como tú darías mucho por tener la fortuna de otro, muchas personas darían mucho por tener la fortuna que tú pasas por alto en tu vida. Darse cuenta de eso realmente ensancha la mirada y cambia tu perspectiva de manera muy potente.

 7. “Uno tiene el control de su vida” 

Entender que uno tiene control y voluntad sobre sus emociones y acciones es el primer paso para superar cualquier obstáculo. Quizás no puedas cambiar muchas de las cosas que suceden en tu vida, pero puedes cambiar cómo te tomas cada una de esas cosas y puedes elegir hacia donde quieres ir con ellas.

"No es un adiós, es un hasta siempre"

8. “La adversidad no es una excusa para darse por vencido”

Motivación. Sueños. Metas. Concentrarse en el movimiento hacia adelante, no solamente te ayuda a no quedarte pegado en el pasado, sino que te ayuda a limpiar tus pensamientos y a seguir adelante. Al final, cuando uno va superando los obstáculos, miras hacia atrás y ves mucha fuerza en tu dolor. Rara vez recuperas lo que perdiste, pero todavía tienes todo por ganar.

9. “Aprendí que nunca un adiós, es un hasta siempre” 

Tengo una certeza tan clara en mi corazón que es inexplicable, mi madre nunca se habrá realmente ido, incluso cuando yo sea vieja y esté cerca de mi propio fin. Es la única persona que es verdaderamente irreemplazable en mi vida y siempre la traigo dentro de mí, aunque no me de cuenta. Ella sigue viviendo dentro de mi y con eso me basta para sonreír. Entonces, no es un adiós mamá, es un hasta siempre…

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