Skip to main content
0

Si estás en duelo y has empezado a leer estas líneas, lo primero que queremos transmitirte es que sentimos mucho tu pérdida y que esperamos poder ayudarte a transitar tu duelo desde el cuidado que requiere este momento.

La situación excepcional actual, nos ha hecho cambiar nuestra forma de estar y experimentar el mundo, teniendo consecuencias impensadas y relevantes, provocando cambios en todas las esferas de nuestra vida, en nuestra manera de morir y despedir a nuestros seres queridos. Cambian nuestras rutinas, hábitos, costumbres, forma de pensar, forma de relacionarnos, lo que nos ha obligado a fomentar estrategias de adaptación. En estos días, muchas personas están falleciendo y/o fallecerán a causa del COVID 19, pero otras muchas lo harán por el curso natural de la vida. La dimensión social de nuestras despedidas se ha visto eliminada, de forma justificada, para evitar males mayores. Actos alrededor de la pérdida tan significativos para el doliente como disponer de su familia y amigos en unos momentos tan difíciles o poder desarrollar con normalidad las ceremonias propias de nuestra comunidad (velatorios, ceremonias religiosas o ceremonias familiares…) son muy importantes para que el proceso de duelo sea normal y no se convierta en un duelo complicado. Sin embargo, las exigencias sanitarias actuales han limitado en gran medida estas expresiones que validan el dolor y el sentimiento de pérdida de la persona doliente y, por eso, dificultan la elaboración de un duelo normalizado.

Perder a alguien, es una experiencia que necesita ser compartida, acompañada, sostenida por abrazos, miradas compasivas, palabras de cariño, respetuosos silencios, … Todo esto hace que no nos sintamos solos ante el dolor. Como doliente, es normal que necesites saber que tu dolor, tiene un impacto en los demás; por lo que, por lo general, las personas que han tenido una pérdida suelen valoran mucho la presencia y la compañía de las personas que aprecian. El apoyo emocional recibido en estos primeros momentos es crucial, pudiendo dificultar o favorecer el proceso de duelo posterior. 

En estos momentos, es posible que estés experimentando una gran variedad de emociones (tristeza, rabia, culpa, impotencia), incluso que sientas  que no está ocurriendo, generando un estado de confusión e incredulidad. Algunas personas refieren sentirse agotadas física y psicológicamente por la situación especial que estamos viviendo y por todo el tiempo de cuidados. La frustración, la rabia y la culpa son emociones que pueden estar muy presentes estos días y tal vez durante algún tiempo. A la pérdida de tu familiar, hay que añadirle las circunstancias especiales de su muerte: no poder cuidarle, acompañarle y despedirle como te hubiera gustado en sus últimos momentos, hace que experimentes síntomas de desregulación física y psicológica asociada a esta situación traumática (taquicardias, palpitaciones, sensación de opresión en el pecho, sensación de nudo en la garganta o en el estómago, cefaleas, sequedad en la boca, sensación de mareo, irritabilidad, cambios de humor, impaciencia, dificultad para concentrarse, disminución del rendimiento, aumento de consumo de tabaco, alcohol, etc). Es normal que estés enojado/a con el mundo. No seas tan duro/a contigo mismo/a, las circunstancias actuales escapan al control de todos. 

Es importante aceptar que, aunque es una realidad dolorosa y traumática, sólo a través del camino paciente y constante hacia la aceptación, nuestro corazón dolorido encuentre consuelo y salga fortalecido. Sabemos que ahora es difícil poder ver y sentir esto, poco a poco podrás  en los primeros pasos de tu camino de duelo

CONSEJOS PARA EL DUELO

1.- La pérdida de nuestros seres queridos es algo para lo que no estamos preparados, y menos cuando la pérdida es tan inesperada y en unas condiciones tan difíciles y extraordinarias como en la epidemia de COVID-19. Ninguna persona estaba preparada para algo así.
Cada persona tiene su propia forma de elaborar y afrontar su proceso de duelo y su propio tiempo para ello Pero nos gustaría sugerirte opciones para afrontar el dolor.

2.- Si sientes que no puedes manejar tu angustia y dolor solicitar acompañamiento psicológico. Recurre a grupos de apoyo que funcionan por redes sociales. Te hará sentirte menos aislado/a. Es importante sentirse acompañado, no estar solos, “aunque sea por videoconferencia o redes sociales” y puedas expresar tus sentimientos libremente

3.-Si en estos momentos te sientes con fuerza:
Prepara un homenaje póstumo, puedes planificar cómo quisieras honrar a ese ser querido, cómo darle un último adiós colectivo. Celebra su vida. Si sientes que no le habías dicho todo lo que querías, o te ha quedado algo pendiente. Prepara un escrito para el momento en el que puedas reunir a tus seres queridos, grabar un vídeo y compartirlo, escribir una carta, poemas, mensajes, cuyo contenido sea algo que le diríamos a esa persona, como si estuviera aquí.

Expresa tus sentimientos a través de un diario, del dibujo, crear un álbum, o puedes construir una caja de recuerdos.

Puedes crear un rincón del recuerdo, con una fotografía, un objeto simbólico, decorarlo como te guste y cada vez que lo desees ir a ese espacio para estar en silencio, hablarle, recordar momentos positivos, ver sus fotografías.

Leave a Reply